Lección 13: "Cuando todo sea hecho nuevo"
Para el 29 de diciembre de 2012
Sábado 22 de diciembre
Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Tesalonicenses 4:16-18; Apocalipsis 20; 1 Corintios 4:5: Romanos 8:20-22; Apocalipsis 21:11 a 22:5; Apocalipsis 21:3.
Para Memorizar: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apoc. 21:4).
Pensamiento clave: ¿Qué es el milenio, cuándo ocurre y a qué conduce?.
SIR THOMAS MORO (1478-1535), un escritor inglés, acuñó la palabra utopía para describir una isla imaginaria con un sistema social y legal aparentemente perfecto. Desde entonces, la palabra se usa a menudo en forma peyorativa para denotar la imposibilidad de una sociedad perfecta. ¡Cuántas veces los humanos han creado “utopías”! Siempre han fallado miserablemente. Pero la Biblia habla de una utopía verdadera . Dios ha estado trabajando hacia esta meta desde la caída del hombre. Dios quiere llevar a la humanidad a la utopía creada para ella.
En el Santuario celestial, Cristo concluirá su obra de salvación, vendrá a la tierra por segunda vez con gloria deslumbrante, resucitará a los santos muertos, transformará a los que estén viviendo, y todos reinarán con el Señor en el cielo durante 1.000 años.
A este período lo llamamos “milenio”. El comienzo del milenio marcará el inicio de la única utopía que los humanos habrán conocido desde el Edén, antes de la caída.
Domingo 23 de diciembre: Eventos que inician el milenio
Si el milenio marca el comienzo de la “utopía” de Dios, es natural que tratemos de saber cuándo ocurrirá y cómo será. El milenio aparece en Apocalipsis 20, donde se lo menciona seis veces entre los versículos 2 y 7. Para saber cuándo sucederá, debemos conocer el lugar de ese capítulo en el fluir de Apocalipsis. Aunque el libro no sigue una línea recta de tiempo, en este caso no es muy difícil determinar cuándo comienza el milenio.
Compara 1 Tesalonicenses 4:16 al 18 con Apocalipsis 20. ¿De qué forma la naturaleza de la resurrección ayuda a determinar cuándo se inicia el milenio?
Apocalipsis predice que, antes de la segunda venida, tres poderes (el dragón, la bestia y el falso profeta) reunirán a las naciones para oponerse a la obra de Cristo y de su pueblo (Apoc. 16:13). A la venida de Cristo (Apoc. 19:11), las naciones se reunirán para hacer guerra contra él pero, en el proceso, la bestia y el falso profeta serán destruidos (Apoc. 19:19, 20). Apocalipsis 20 se ocupa del tercer poder, el dragón. Cuando los muertos en Cristo resuciten (primera resurrección, vers. 5), el dragón (Satanás) será capturado y arrojado al abismo por 1.000 años (vers. 1-3).
Estos eventos aparecen también en 1 Tesalonicenses 4:16 al 18 y en 2 Tesalonicenses 1:7 al 9; ambas citas ayudan a explicar lo que sucederá antes del comienzo del milenio.
El inicio coincide con la segunda venida de Cristo. Los muertos en Cristo resucitarán para unirse a los fieles vivos, y ambos grupos serán llevados al cielo. Los malvados que están vivos morirán por el “resplandor” (2 Tes. 2:8). Y la Tierra, desolada, será la cárcel de Satanás, quien estará atado por 1.000 años con la “cadena” de las circunstancias. Por eso, Satanás estará atado para que no “engañase más a las naciones” (Apoc. 20:3). Muchos ven un vínculo simbólico entre el “desierto” al cual es enviado el macho cabrío el Día de la Expiación (Lev. 16:22) y las circunstancias de Satanás durante el milenio.
En estos versículos, se habla de sucesos sobrenaturales que revelan la grandeza y el poder de Dios frente a la debilidad e impotencia humanas. ¿Cómo podemos recordar siempre este contraste? ¿Por qué esto es un buen remedio contra el orgullo y la suficiencia propia?
Lunes 24 de diciembre: En medio del milenio
Lee Apocalipsis 20:4 al 6. ¿Cuál es la evidencia de que el milenio se desarrollará en el cielo (por lo menos para los salvados)?
Uno de los grupos que participará en el milenio se describe como “las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos”. La Biblia no enseña la existencia de almas separadas, inmortales y conscientes. Este texto, en cambio, pinta a los que pasaron por la persecución como se describe en Apocalipsis 12:17 al 13:18. En la segunda venida, cuando ocurre la primera resurrección, estas “almas” perseguidas resucitan y reinan en el cielo con Cristo (comparar con 1 Tes. 4:15-17).
Apocalipsis 20:4 dice que, durante el milenio, el juicio será dado específicamente a los redimidos. Sabiendo que los fieles están reinando con su Señor y los malvados murieron por el resplandor de su venida, ¿cuál es la naturaleza y el propósito de este juicio?
Una de las tres cosas que vimos fue el juicio conectado con el ministerio de Cristo en el Santuario celestial. Ese juicio es diferente del de Apocalipsis 20:4, que cumple la promesa de Cristo en Mateo 19:28 y corresponde a la afirmación de Pablo de que los santos juzgarán al mundo (1 Cor. 6:2, 3).
El concepto de juicio en la Biblia es rico y multifacético. El juicio final tiene tres fases: la primera está asociada con el ministerio sacerdotal de Cristo. Los adventistas llamamos a esta “la fase investigadora del juicio final”, mencionada en Apocalipsis 20:4 y 1 Corintios 6:2 y 3. En la segunda fase, los redimidos tendrán la oportunidad de examinar los juicios de Dios sobre los agentes de la rebelión. La tercera fase del juicio final es la ejecutiva, son los eventos que sucederán al fin del milenio.
Lee 1 Corintios 4:5. ¿Qué esperanza importante se encuentra aquí, en vista del hecho de que tenemos muchas preguntas sin respuesta?
Martes 25 de diciembre: Eventos al final del milenio
Lee Apocalipsis 20:7 al 9. ¿Qué eventos señalan el fin del milenio, y qué oportunidad tiene Satanás?
Un cambio en las circunstancias “libera” a Satanás: la resurrección del resto de los muertos que “no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años” (vers. 5). La frase “Gog y Magog” se usa figuradamente, como en Ezequiel 38:2, y describe a quienes Satanás pudo engañar, los impíos de todos los tiempos. Satanás inspirará a esta multitud universal a tomar la ciudad de Dios. Apocalipsis 20:9 sugiere que la ciudad, la Nueva Jerusalén, ya habrá descendido del cielo a la Tierra, y Satanás y sus huestes marcharán contra ella. Apocalipsis 21 contiene una descripción de la ciudad.
Ya se dijo que el Apocalipsis no avanza en orden cronológico. Considera Apocalipsis 20:11 al 15. ¿Cómo se expresa aquí la idea del juicio? ¿Cuál es la importancia de que el castigo final ocurra después de que los santos estuvieron involucrados en el juicio? Apoc. 20:4.
“Durante el milenio, los santos participan en un juicio donde se delibera y se revisan los casos de los perdidos de esta Tierra y los ángeles caídos. Este juicio es necesario en vista de la naturaleza cósmica del problema del pecado. La trayectoria de la rebelión del pecado ha sido el objeto de la preocupación e interés por parte de otros mundos (Job 1; 2; Efe. 3:10). Todo el intervalo del pecado debe ser manejado de tal manera que los corazones y las mentes en todo el universo de Dios queden satisfechos con su tratamiento y la conclusión del pecado, con referencia particular al carácter de Dios. [...] Los redimidos de la Tierra [necesitan] entender los tratos de Dios con los que clamarán para que las rocas caigan sobre ellos y los escondan del ‘rostro del que está sentado sobre el trono’ (Apoc. 6:16). Deben estar totalmente satisfechos de la justicia de Dios en sus decisiones con respecto a los perdidos” (TTA 1044).
¿Qué dice acerca del carácter de Dios el que los redimidos participen en el juicio de los perdidos? ¿Cómo encuadra esta idea en la gran controversia?
Miércoles 26 de diciembre: La tierra nueva
Apocalipsis 20 termina con la eliminación de Satanás y su hueste. Apocalipsis 21 se inicia con una visión de un nuevo cielo y una tierra nueva.
Apocalipsis 21:1 al 5 presenta la promesa de que Dios hará todas las cosas nuevas. ¿De qué modo esto refleja el informe de la Creación en el Génesis? (Gén. 1 y 2). ¿Cuáles son las diferencias?
La palabra traducida como “nuevo” en Apocalipsis 21:1 enfatiza algo que es nuevo en forma o cualidad más bien que un evento “nuevo” en el tiempo. El propósito de Dios en la Creación del Génesis permanece no logrado hasta que se cumpla en la Tierra Nueva. De aquí que toda la creación gima y anhele la liberación (Rom. 8:20-22). La nueva creación de Dios consistirá en liberar el cosmos y la Tierra de su estado actual para llevarlos a la conformidad con sus designios. Aunque la nueva creación será diferente de la antigua, habrá cierta continuidad entre ambas. Como la antigua, la Tierra Nueva será real, un lugar tangible, habitado por seres reales y físicos. La Tierra será renovada, purificada por fuego (2 Ped. 3:10-13).
Lee Apocalipsis 21:11 a 22:5, y capta los aspectos físicos de la Nueva Jerusalén, capital de la Tierra Nueva. ¿De qué forma la descripción de Juan muestra la realidad de la ciudad?
Una cosa es clara: hablamos de un lugar literal y físico. La herejía pagana de que lo físico es malo y lo espiritual es bueno es ajena a la Escritura. Aunque las palabras, aun las inspiradas, son limitadas en lo que logran transmitir, pueden enseñarnos que nos espera una herencia real. Podemos recordar que este mundo, con todas sus imperfecciones, no es como debería haber sido; es una aberración que Cristo viene a arreglar. En contraste, la descripción de Apocalipsis, aunque sea difícil de captar, es la realidad eterna que nos espera. ¡Qué esperanza tenemos, comparada con los que creen que la muerte es el fin de todo!
Jueves 27 de diciembre: La vida en la Tierra Nueva
Lee Apocalipsis 21:3. ¿De qué manera este hecho estupendo cambiará la vida para los habitantes de la Tierra Nueva?
Tal vez no hay en toda la Biblia otra visión que inspira tanta reverencia como la que Juan describe aquí; la Tierra Nueva no solo será el hogar de los humanos, sino también el de Dios. El santo y trascendente Creador del universo honrará la comunidad de los redimidos con su presencia. Por supuesto, Dios por siempre permanecerá distinto de sus criaturas pero, en la Tierra Nueva, la separación entre Dios y la humanidad, producto del pecado, será eliminada.
Además, se restaurará el verdadero compañerismo: no solo entre Dios y los hombres, sino también entre los humanos y la naturaleza, y aun dentro de la naturaleza misma. Juan describe que allí no habrá más maldición (Apoc. 22:3); además, cesará la hostilidad dentro del mundo animal (Isa. 65:25).
Más allá de la restauración del compañerismo completo, la eliminación del “gemido de la creación” significa que todo lo que es dañino –la decadencia, la enfermedad, la muerte y el sufrimiento– será cosa del pasado (Rom. 8:21; Apoc. 21:4).
Lee el Salmo 8. ¿Cuál es el mensaje para nosotros aquí?
Las implicaciones de la presencia de Dios en la Tierra Nueva y las implicaciones para la vida allí, son inmensas, tal como lo revela la ciencia. El tamaño del universo “visible” es de muchos millones de años luz de ancho; sin embargo, los hombres de ciencia especulan ahora que este inmenso y vasto cosmos representa solo un siete por ciento de lo que realmente existe.
Y para pensar: El Dios que creó todo esto no solo murió por nosotros, sino que morará con nosotros por la eternidad. Por causa de nuestras mentes caídas, limitadas, no entendemos todo esto; sin embargo, debemos caer sobre nuestras rodillas, y adorar y alabar a Aquel que no solo nos creó, sino también nos redimió y promete vivir con nosotros por toda la eternidad.
Viernes 28 de diciembre
Para Estudiar y Meditar:
“En el servicio ritual típico del sumo sacerdote, hecha la propiciación por Israel, salía y bendecía la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá ‘sin pecado... para la salvación’ (Heb. 9:28, VM), para bendecir con el don de la vida eterna a su pueblo que lo espera. Así como, al quitar los pecados del Santuario, el sacerdote los confesaba sobre la cabeza del macho cabrío emisario, también Cristo colocará todos estos pecados sobre Satanás, autor e instigador del pecado. El macho cabrío emisario, que cargaba con los pecados de Israel, era enviado ‘a tierra inhabitada’ (Lev. 16:22); así también Satanás, cargado con la responsabilidad de todos los pecados que ha hecho cometer al pueblo de Dios, será confinado durante mil años en la Tierra, entonces desolada y sin habitantes, y sufrirá finalmente la entera penalidad del pecado, en el fuego que destruirá a todos los impíos” (CS 439, 540).
“El temor de hacer aparecer la futura herencia de los santos demasiado material ha inducido a muchos a espiritualizar aquellas verdades que nos hacen considerar la Tierra como nuestra morada. [...] Los que aceptan las enseñanzas de la Palabra de Dios no ignorarán por completo lo que se refiere a la Patria celestial. [...] El lenguaje humano no alcanza a describir la recompensa de los justos. Solo la conocerán quienes la contemplen. Ninguna inteligencia limitada puede comprender la gloria del paraíso de Dios” (CS 733).
Preguntas para Dialogar:
Dentro de la iglesia cristiana, hay tres posiciones básicas (con variantes) acerca del milenio: 1) que representa la era entre la primera y la segunda venida de Cristo; 2) que es un largo período de paz y justicia en la Tierra antes de que vuelva Cristo, producido en parte por la predicación del evangelio y las reformas sociales; y 3) que el milenio ocurrirá después del regreso de Cristo y sucederá en el cielo. Los adventistas tomamos esta tercera posición, en la que el milenio se desarrolla en el cielo, no en la Tierra. ¿Qué problemas presentan las otras opciones?
Lee Apocalipsis 21:27. ¿Cómo entiendes esta exclusión? ¿Qué otras exclusiones hay, y por qué?
Medita en los intentos humanos de crear “utopías”. ¿En qué ejemplos puedes pensar? ¿Cuáles fueron los resultados? ¿Por qué siempre fracasaron, y por qué eso nos revela nuestra total dependencia de la intervención de Dios en nuestro mundo?
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